“Tenemos que ser más astutos y anticipar nuestra capacidad de acuerdo con la pega que sabemos que viene en camino”
Nacional.- A principios de año, la Dirección de SES/PCI vivió una nueva reorganización en su estructura. Dos áreas quedaron acéfalas (Gerencia de Nuevos Negocios e Implementaciones), las cuales recayeron en manos del director del SES, Jaime Casanueva, en apoyo de Alejandro Vargas para el mundo de las Implementaciones. Dicha reestructuración no solo implicaba tener un líder al mando, sino también reordenar los proyectos, los trabajos pendientes y, sobre todo, el equipo humano de ambos mundos que conviven: seguridad electrónica y protección contra incendios.
Hasta que apareció la pandemia del COVID-19. “Nos pilló en un momento complicado (…) nos ha costado mucho y de hecho todavía nos cuesta. Más ahora que, a raíz que están más difíciles las comunicaciones y no estábamos tan cercano en el grupo, nos ha tocado trabajo reorganizarnos. Pero creo que hemos manejado bien las relaciones humanas, hemos logrado la comprensión del grupo y estamos saliendo a flote”, señala de entrada Jaime Casanueva, director del SES.
En esta entrevista, Jaime y Alejandro Vargas, responsable de Implementación, abordan cómo se están adaptando a los nuevos tiempos.
—¿Cuál fue el principal impacto de la pandemia?
—Jaime Casanueva (JC): Nosotros tenemos dos tipos de instalaciones: muchas y pequeñas, y grandes obras que son pocas. Con respecto a las instalaciones pensábamos que se iban a paralizar muchas y no fue tan así; hemos reiniciado muchas obras y tenemos unas nuevas. En grandes obras (PCI), ahí sí nos hemos visto afectados porque de 4 grandes obras, tenemos dos suspendidas con el costo de manejar toda esa situación. Ha sido bien complicado y te diría que ha sido uno de los impactos fuertes, porque sobre todo en el área de Incendios nosotros tenemos mucha gente que depende de la obra. Y las obras que se detuvieron, tuvimos que suspender a toda la dotación.
—Alejandro Vargas (AV): También tuvimos que suspender un alto porcentaje de proyectos en ejecución y tuvimos que planificar en aquellos que estaban en la espera de adjudicación, para proteger la integridad de supervisores, técnicos, contratistas. Ahora estamos retomando los proyectos paralizados, para agilizar las instalaciones. En este momento estamos a full con las debidas precauciones sanitarias, tanto del cliente, como las nuestras.
—¿Cómo han visto el compromiso de las personas en esta contingencia sanitaria?
—JC: hemos tenido dos etapas. La primera, veía con asombro que con todas las medidas que hemos tomado, gracias a la conducción de nuestro prevencionista Cristian Riquelme, veíamos que con eso íbamos bien. Todo cambió esta semana [fines de mayo], porque tenemos casos confirmados en la obra de San Antonio y se nos complicó todo. Fue un cambio bastante importante y nos está enseñando que tenemos que reforzar las medidas. Y ahora debemos revisar con el mandante cómo vamos a seguir trabajando.
—AV: Por Teams hemos conversado estos temas; tenemos un importante apoyo de Cristian Riquelme y los clientes también nos entregan información. Constantemente nos estamos comunicando con nuestra gente y los clientes para coordinar las visitar y si podemos ingresar debido a las condiciones actuales.
—¿Creen que la modalidad de home office ha sido un aporte a las áreas más administrativas dentro de la dirección del SES?
—JC: Sí, sorprendentemente. Esto fue una de las grandes enseñanzas, porque teníamos una herramienta en nuestras manos y no la usábamos. Esta herramienta va a ser mucho más utilizada, porque realmente sirve mucho y podemos evitar viajes y reuniones que pueden ser innecesarias; aunque no estábamos preparados tecnológicamente, porque en algunos domicilios los enlaces se caen, por ejemplo. Sin embargo, la mitad del SES no tiene mucha relación con el home office, porque su trabajo es en terreno, en las obras donde hay mayor riesgo de contagio. Entonces no nos ha funcionado mucho.
—AV: Sí, de todas maneras. Si bien es una herramienta de trabajo muy útil, el tema principal nuestro es visitar al cliente en la instalación. Por una u otra razón tenemos que estar 80% en terreno y 20% en modalidad remota para revisar lo que está implementando el contratista.
—¿Cuáles son los nuevos lineamientos que están mirando a fin de año?
—JC: Tenemos que ser más dinámicos con la asignación de nuestros recursos, llámese dotación, dependiendo de cómo se den las situaciones con nuestra gente. Ahí estamos reinventándonos para ser más multitareas. También tenemos que ser más astutos y vislumbrar con anticipación la capacidad de nosotros, de acuerdo con la pega que sabemos que viene en camino. Porque nos está pasando que viene una cantidad importante de nuevas obras, a pesar de la pandemia, y con la misma gente o incluso menos por licencias médicas. Tenemos que ser más dinámicos sin perder el control, porque nuestro objetivo es tener el control de nuestras instalaciones.
—Pero la gente ha respondido con cierta adaptabilidad a los cambios, ¿o no?
—JC: Sí, y ahí me he asombrado un poco, porque entré a conocer todo este grupo de trabajo más cercano. Hay una gran voluntad y disposición de la gente, de querer hacer las cosas bien y soportar los cambios bruscos; he visto muy buena voluntad de la gente. Hay que aprovechar este ímpetu y trabajarlo bien para que no se nos escape ni perdamos el control de calidad.
—Mencionaron que hay nuevas obras, ¿cuántas serían?
—AV: Tenemos clientes con varias sucursales, entonces a grandes rasgos son más de 40 instalaciones. Estamos a full, pero nos estamos apoyando para cumplir con las metas que nos están poniendo.
—¿Cuáles han sido los principales aprendizajes que quisieran aplicar a futuro?
—JC: Tenemos que aprovechar la enseñanza de las herramientas tecnológicas para sacarle un mejor provecho. Se me han ocurrido ideas, por ejemplo, que un técnico muestre en un video el estado de avance de la obra. Tal vez el control de calidad no es finito, pero sí en un minuto se puede revisar el estatus, mientras que el supervisor se va a demorar media hora en redactar el informe. Lo otro, que está dentro de mis objetivos, es mejorar las comunicaciones humanas, porque muchas veces damos por descontado que la otra persona entendió algo, sin serlo. Como somos muy tecnológicos, somos muy malos para comunicar las cosas y esos nos trae problemas. Y, por último, el control de calidad es importante también, de cómo hacer bien nuestras cosas y hay varios proyectitos en camino.
—AV: Por nuestra parte, sacarle más provecho a Teams. Para la empresa es una herramienta muy útil, pero muchos no saben utilizarla bien. Nos queda mucho más por aprender, conocer bien el equipo de trabajo, apoyarnos con otras áreas. Estamos formando equipos de trabajo que no se veían antes. Nos ha servido bastante estar separados por esta pandemia, pero nos ha unido como personas. Y eso también se agradece.