“Si no existiera este tipo de programa, habría mucha gente aislada y apartada socialmente”
#AniversarioSeguridadInclusiva —Testimonio
#YoTengoUnaDiscapacidadYTalVezNoLoSepas
“En 2005 ingresé a Seguricorp [una de las empresas que posteriormente fue adquirida por Securitas] como supervisor, en Viña del Mar. El 08 de septiembre tuve un accidente vehicular. Venía de Tabolango y choqué contra un camión cargado con 10 mil kilos de gravilla que giró en U en una zona que está terminantemente prohibido. El accidente me produjo una pérdida de la séptima vértebra, una fractura expuesta en el brazo izquierdo a la altura del codo, tres fracturas en la muñeca.
Para recuperarme de la vértebra, tuvieron que sacarme un huesito de la cresta iliaca y me implantaron una placa con ocho pernos. Tengo un codo que no es mío, jeje, es prestado; la muñeca también. Cuando me muera, yo creo que les será más fácil que me vendan por kilo, jaja, y así saldrá más barato el funeral.
La parte lamentable que me complica comentar es que producto del accidente falleció un trabajador, Julio Sandoval, a quien traía de regreso. Un camión que se dio la vuelta en U quiso ingresar a un servicentro para echar combustible, y sin marcar intermitente se giró y bloqueó el paso.
Yo me enteré de su fallecimiento tres meses después. Cuando estaba en el hospital nadie me comentaba nada y yo siempre preguntaba por él, hasta que un día, estando hospitalizado, llegó un médico a preguntarme cosas del accidente como si él no supiera nada. Le comenté todo y me preguntó, “bueno, ¿tú venías solo?”. “No -le dije- yo venía con alguien más”. “Ah, ¿y él cómo está?”. “Yo creo que mejor que yo en la quinta región”, porque a mí me trasladaron a Santiago [al Hospital del Trabajador] para continuar con mi recuperación. Entonces él me quedó mirando fijo un rato y me dijo: “No, él falleció”.
Para mí fue un golpe tremendo. Con una inmensa ayuda de los médicos, psiquiatras, kinesiólogos y la familia, por supuesto, pude salir adelante. Es fuerte. Hasta el día de hoy miro mis cicatrices y recuerdo el accidente. Todos los días, y para qué le digo cada 08 de septiembre.
Tuve que aprender a caminar nuevamente, a aumentar la capacidad pulmonar para respirar bien. La mano izquierda me quedó con secuelas, no la puedo mover completamente. El cuello igual me complica, no puedo moverlo mucho. Trato de no hacer mucho ejercicios ni fuerzas, porque así me evito dolores.
A fines de 2006 retomé las labores. En ese tiempo don Héctor Pinto [actual Branch Manager de Antofagasta] estaba a cargo de la zona y me reincorporé como operador, luego retomé las funciones que hacía antes en operaciones pero sin salir a terreno. Para el 2011 estaba ya totalmente bien, trabajando en el Jumbo. En 2014 volvimos al Mall Marina y desde ese entonces que trabajo ahí.
Producto de mi accidente, a mí me jubilaron por invalidez el 2020, tras un proceso que comenzó en 2018. No se comentaba de mi situación hasta que comencé a realizar los trámites de jubilación por invalidez. Fue entonces cuando vino Alejandra Rubilar a realizar el análisis de puesto y se determinó que podía seguir en la parte administrativa y así lo he hecho.
Hoy en día tengo el apoyo de todo el equipo, de mi jefatura Víctor Arredondo; la empresa me ha acogido bien y me siento parte del equipo.
Que Securitas tenga un programa de Seguridad Inclusiva me parece súper bien, porque la gente que está jubilada [por invalidez] o tiene alguna discapacidad es súper bueno hacernos parte y que no se sientan aislados de la sociedad. Quizás alguno podrá tener un bracito malo, pero su cabeza está buena y puede aportar al equipo de trabajo. Si no existiera este tipo de programa, habría mucha gente aislada y apartada socialmente.
Yo quiero seguir siendo parte de este equipo de trabajo. Tengo mucho que aportar todavía. Me siento útil. Uno de los principales aprendizajes es que uno siempre tiene que pensar en positivo, estar y sentirse bien apoyado; creer en las capacidades que tiene uno, de lo contrario, será muy difícil avanzar”.
“Homero es un tremendo aporte para la instalación. Él me recibió a mí, de hecho, yo llegué en 2018. Es un gran apoyo y no obstante el accidente que tuvo y el daño que le ocasionó, es una persona que todos los días nos sube el ánimo, siempre anda con una broma a flor de labio, es un solucionador de problemas. Estuve un mes con licencia médica y él estuvo en mi puesto apoyando, pendiente de mí y mi familia, eso es impagable”. Víctor Arredondo, administrador de contrato Mall Marina Arauco.
Homero Pizarro (48), administrativo en Mall Marina Arauco, Viña del Mar.