Oliver León: “Me gustaría que el SES fuera un referente a nivel nacional”

Publicado el 4 Feb 2019

Santiago.- La Dirección de Seguridad Electrónica Securitas -SES- ha tenido importantes cambios para adaptarse a las exigencias del mercado en materia de tecnologías de seguridad, así como de las directrices del Grupo Securitas, cuya estrategia está apuntando a la seguridad inteligente.

 

Esto implicó modificaciones significativas en la estructura de la dirección y el equipo de operaciones al interior de esta. ¿Razón? En este camino, se espera que el SES sea un soporte tecnológico para la compañía en las soluciones integrales de seguridad (física, tecnología y monitoreo).

 

Uno de los últimos cambios que ha tenido el SES fue la incorporación de Oliver León como Gerente Comercial y Nuevas Oportunidades, cuya misión es agilizar el mundo comercial del SES y expandirse a nuevos mercados.

 

―¿Cuál fue el primer reto al que te enfrentaste cuando te integraste al área?

Primero fue concienciar al equipo completo de que somos una única empresa, intentar hacer que la gente trabajara en equipo y con ese equipo generar sinergias. En poco tiempo hemos logrado consolidar al equipo: ya la gente de Incendio trabaja con la gente de Seguridad en el mismo proyecto, cambiamos técnicos de una vertical a otra. Estamos generando ese trabajo en equipo.

 

―Desde esa perspectiva, ¿qué giro toma ahora el SES?

―Lo que queremos hacer es generar una base de calidad y profesionalismo. Es decir, tener a las personas lo más expertas posibles dentro de las materias que trabajamos y que los tiempos sean los adecuados, perfectamente planificados para la implementación correcta, y al final todo eso se traduce en la satisfacción del cliente final.

 

NUEVAS OPORTUNIDADES

Actualmente, el SES tiene importantes proyectos en las áreas Retail y Constructoras, pero ya es momento de potenciar otros segmentos con el fin de tener un abanico un poco más grande y que el nivel de oportunidades comerciales para la compañía sea más extenso.

 

―¿Cuáles son las nuevas líneas de negocio que quieren trabajar?

―Queremos incursionar en la vertical de la Banca, todo lo que es mundo financiero. Y en eso ya estamos en conversaciones con algunos clientes. Otro rubro es la Industria pura y dura, y otra vertical muy interesante que son las Clínicas. En una de ellas ya tenemos conversaciones para vender una solución completa: incendio, intrusión, control de acceso, etc.

 

El SES ha venido desarrollando una importante gestión con Contratistas. Con todos estos cambios en el área, ¿cómo se seguirá trabajando en este aspecto?

Queremos profesionalizar el tema de los contratistas y perfilarlos en función a su expertise y su potencial. También exista una gestión de Prevención de Riesgos y de Administración y Logística para chequear la calidad de esos contratistas. Lo que estamos haciendo es incrementar la dotación de contratistas y cambiar otras, porque viene de la mano con la organización operacional nuestra. En este sentido, nuestros contratistas son únicamente nuestras manos. La expertise, puesta en marcha y supervisión, la hacemos nosotros, directamente, como SES.

 

¿Esa profesionalización contempla un proceso de capacitación?

―Sí, por ahora lo estamos focalizando a nuestros colaboradores. Estamos mirando nuevas marcas de tecnología orientados distintos tipos de clientes -para tener un portafolio más extenso de lo que tenemos hoy día- y eso implica capacitación y certificación para todo nuestro personal.

 

¿Qué es lo que tú esperas del SES para este año?

―A mí lo que me gustaría del SES, de la división de tecnología de Securitas, es que fuera un referente a nivel nacional.

 

#BONUSTRACK 

Oliver León es Ingeniero Electrónico y trabajó como contratista para Securitas España. Es de Barcelona y llegó a Chile en 2012 con un proyecto de trabajo que solo duraría un par de meses. Siete años después está instalado en el país junto a su familia, con las adaptaciones culturales que todo inmigrante sabe que debe hacer.

 

―¿Cómo ha sido tu experiencia en Chile?

―La experiencia ha sido muy buena. Cuando llegué, me dio la sensación de no estar tan lejos de casa. Las calles, la infraestructura, la gente… nunca pensé que sería así. Por ejemplo: en Barcelona, desde pequeño que estaba acostumbrado a quitarme el reloj, porque era fácil que iban a intentar quitártelo. Y cuando llegué a Chile, por costumbre hacía lo mismo. Hasta que un día me preguntaron por qué hacía eso y dije, la verdad es que no sé, la costumbre desde que era chico. Y del tiempo que llevo aquí, nunca me han asaltado. Si lo ves de afuera, Chile es un país súper seguro, aunque para los chilenos no lo parezca.

 

Y otro tema que me parece súper importante -continúa Oliver- es que acá el trabajo es entretenido. Me explico. Es entretenido porque hay oportunidades bien bonitas. Tienes oportunidades de crecimiento, el relacionamiento con los clientes es diferente. Los clientes están ávidos de que les enseñes nuevas cosas, de ver nuevas tecnologías, de hacer proyectos entretenidos. En España, cuando vas a una licitación, tienes veinte competidores iguales o mejores que tú, entonces pasa a ser una competencia pura y dura, y termina siendo un sufrimiento. Acá los clientes invierten en tecnología, buscan la calidad del servicio y que sea más personalizado, que se dejen asesorar.

 

―En temas culturales, ¿tuviste algún inconveniente? Por ejemplo, el saludo. Acá nos damos un beso en una mejilla y en España se saluda en las dos.

―Sí, mira, en el tema de uno o dos besos, la verdad es que te acostumbras rápido. Lo que me costó más fue el saludo de la gente, el de la mano, el abrazo, la mano de nuevo… era como que a veces me perdía uno de los pasos. O sea, saludaba con un abrazo y el tipo aquí con la mano y yo decía, “chuta, ya me equivoqué de nuevo”. Pero bueno, con el tiempo ya fui acostumbrándome. Hoy día a veces me pasa igual, empiezo con la palma, doy el abrazo y luego se me olvida que debo dar la mano de nuevo. Es súper curioso, pero bueno, uno tiene que acostumbrarse.

 

¿Cuáles son tus pasiones?

―Eh, podríamos decir que dos. La primera son las motos y la segunda es el tenis. En moto he practicado en duro y casi siempre en Honda. Hoy en día ya no la tengo, porque como que uno se siente cada vez más mayor. El año pasado la vendí, muy a mi pesar, porque creí que era momento ya. Aunque es controlado -llevo desde los 12 años manejando moto-, pero nunca se sabe. Para mí el trabajo es súper importante, entonces que el trabajo se viera afectado por algo que es un hobby mío, sería un problema para mí. Así que preferí dejarlo a un lado, continuar con el tenis y ahora me estoy aficionando al golf. Para hacer algo más, para estar más entretenido.