Contratación de extranjeros como guardias de seguridad
Hemos tenido algunas experiencias importantes en el mundo de la inclusión y la diversidad, me parece que tenemos el terreno abonado para esta incorporación
A propósito de las modificaciones que se realizarán en el reglamento que regula la contratación de personal en materia de seguridad privada, el director de Asuntos Legales de Securitas sostiene es una excelente iniciativa, ya que mejora la empleabilidad y permite enfrentar uno de los principales puntos críticos del rubro: la alta rotación.
Santiago.- El 17 de agosto del año pasado, la Asociación de Empresas de Seguridad y Transportes de Valores –ASEVA, de la cual es parte Securitas–, se reunió con la Dirección del Trabajo para, entre otras cosas, solicitar sus buenos oficios y abogar por un cambio en el reglamento del Decreto Supremo N° 93 que regula los requisitos para desempeñarse en la seguridad privada y el transporte de valores. Este llamado coincidió con la gestión que ya había solicitado el Ministerio del Interior a la Contraloría General de la República para tramitar la modificación a dicha normativa, específicamente, la eliminación de un requisito básico –y hoy principal barrera– para trabajar en la industria: la exigencia de la nacionalidad chilena.
“Durante el año pasado realizamos un análisis de la reglamentación en materia de seguridad privada y se dispuso un conjunto de modificaciones, que tienen por objetivo establecer nuevas exigencias y excluir otras que son extemporáneas. Una de éstas corresponde a eliminar el requisito de nacionalidad para acceder a determinadas actividades laborales”, señaló en su momento el subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, al diario La Tercera el pasado 08 de septiembre.
Esta iniciativa esperada por Aseva es vista con buenos ojos, incluso valoran la proactividad del Ministerio, ya que permitirá la incorporación de personas extranjeras a la fuerza laboral local, precisamente, para un rubro en el que la alta rotación y la falta de disponibilidad del recurso humano son críticos para el desarrollo de la actividad.
Manuel Muñoz, director de Asuntos Legales de Securitas, sostiene que si bien la actual normativa, que data de 1981, surgió tras un contexto geopolítico, “han ocurrido hitos importantes que han hecho replantearse esa condición, como la dictación de la ley N° 20.609 que establece las normas que combaten la discriminación, el aumento sustancial de la cantidad de inmigrantes en el país, y cómo el ordenamiento jurídico nacional se hace cargo de estos cambios que se han producido en la sociedad chilena, con ocasión de la inmigración”.
―¿Cómo impacta a Securitas?
― Yo creo que aquí ganan todos. Gana el país, gana la actividad porque permite suplir plazas que con ocasión de la alta rotación no son capaces de ser cubiertas por trabajadores chilenos, y, por otro lado, se produce una dignificación del trabajo y del migrante. Cabe señalar que el inmigrante se encuentra en una condición de precariedad, marginalidad y desarrolla empleos informales como el comercio ambulante; además existen prejuicios infundados con respecto a la criminalización del inmigrante. Sin embargo, es conocido que son personas calificadas y que pueden generar un aporte importante en el desarrollo económico del país.
―Sabemos que es una iniciativa que aún está en tramitación, pero pensando en que prontamente podría aplicarse, ¿cómo lo está abordando Securitas?
―Esta propuesta de incorporar a los inmigrantes ha sido fuertemente impulsada por nuestro Country President [Francisco Merani], justamente, en razón del argumento que le he expresado. Por otro lado, nuestra compañía tiene ciertas ventajas comparativas, porque entre otras cosas dispone de un Código de Ética que consagra al principio de la No Discriminación, y es una compañía que tiene negocios en 54 países, donde la multiculturalidad es un factor distintivo del sello de Securitas. Si agregamos que ya hemos tenido algunas experiencias importantes en el mundo de la inclusión y la diversidad, me parece que tenemos el terreno un poco abonado para que esta incorporación sea menos traumática.
―A pesar de tener nuestro Código de Ética, desde el punto de la No Discriminación, ¿efectivamente estamos preparados para incorporar colaboradores de otras nacionalidades a nuestra compañía?
―Como empresa estamos preparados para enfrentar esta iniciativa, tenemos el camino bien pavimentado, ya que existen los mecanismos institucionales y las normas para que ese proceso se canalice adecuadamente. Ahora, ¿está todo nuestro personal preparado culturalmente para recibir compañeros extranjeros? La respuesta no es muy distinta de la gente que transita por las calles. Esta modificación, indudablemente, va a constituir un gran desafío, no solo de cumplir con nuestros principios del Código de Ética, sino también de crear un plan que permita fomentar la integración del inmigrante. Pero también es un desafío cultural como sociedad chilena, cuán capaces somos de pasar del discurso a la acción, de si cumplimos el adagio “y verás cómo quieren en Chile al amigo cuando es forastero”.
RECUADRO/DESTACADO
¿Qué dice la actual normativa? La normativa en cuestión establece que sólo se podrá contratar para desempeñar labores de guardias, nocheros, transportistas de valores, entre otros, a quienes reúnan los siguientes requisitos: ser chileno; tener 18 años; tener octavo año de educación básica aprobado; no haber sido condenado ni estar sometido a proceso por crimen o simple delito, y tener salud y condiciones físicas compatibles con la función que van a desempeñar. Las modificaciones a esta normativa se suman al proyecto de ley enviado por el Ejecutivo el mes pasado que eleva de 15% a 25% el cupo de empleos para extranjeros en las empresas del país.