¿Sabías que tu capacidad de liderazgo depende del tipo de mentalidad que tengas?

Publicado el 27 Nov 2019, En #comunicaciones

Nacional.- Los jefes tienen la facultad de convertir un trabajo maravilloso en una pesadilla. O, todo lo contrario. De una manera u otra, ejercen una fortísima influencia en el día a día de sus trabajadores. Por esta razón, el estilo para dirigir y la capacidad para liderar depende del tipo de mentalidad: fija o de crecimiento.

Aunque nadie nace sabiendo liderar, sí es posible aprender buenas prácticas y para ello es necesario abrir la mente o, mejor dicho, tener la mentalidad adecuado según lo sugiere Carol Dweck, profesora en la Universidad de Stanford. Dweck indica que la mentalidad de los jefes puede ser de dos tipos: fija o de crecimiento. En consecuencia, su estilo de dirigir y su capacidad para liderar dependerá de cuál de ellas cultive.

Cómo piensan los líderes con mentalidad fija

Ven el mundo en absolutos (tienes o no tienes talento; sabes o no sabes hacerlo); para ellos no existe la posibilidad del desarrollo o del esfuerzo.
Este tipo de jefaturas suelen rodearse de personas menos brillantes para impedir que les hagan sombra.
Evitan hablar del error, porque sienten que les compromete.
Se ponen todas las medallas, no reconocen los méritos de los otros.
Valoran mucho la jerarquía y se agarran al poder con fuerza porque saben que no son capaces de reinventarse.
La buena noticia es que la mentalidad fija se puede compensar con la otra mentalidad, la del crecimiento.

Cómo piensan los líderes con mentalidad de crecimiento

Saben que la inteligencia y el talento se pueden desarrollar.
Les gustan los cambios y se esfuerzan en aprender de cuanto pueden.
Si un superior tiene mentalidad de crecimiento, contará con una actitud de aprendiz eterno y asumirá retos para seguir aprendiendo cosas.
Estos jefes aceptan y hablan de los errores abiertamente y los gestionan de manera positiva.
Tienen interés real por las personas, les ayuda a crecer y reconoce tanto los méritos como los esfuerzos invertidos.
Son quienes más impacto positivo generan en la motivación y en la productividad de sus equipos.

Cualquier persona, sea jefe o no, tiene las dos mentalidades. En todos nosotros conviven ambas mentalidades, por eso es importante identificar cuál es la que gana en cada momento y, en especial, cuando se tienen personas a cargo. Que los colaboradores se consideren afortunados de trabajar con su jefe dependerá de la importancia que estos den a una manera u otra de pensar.