Productividad: 4 estrategias para realizar tu trabajo en menos tiempo
Nacional.- Es posible que más de alguna vez tu jornada laboral se haya extendido muchas horas más de lo que habías planificado.
Y si el día tiene 24 horas, ¿cómo es posible que a veces pidamos al Universo que el día tenga 26 o 27 horas para terminar con todas las tareas? El tiempo es un recurso valioso hoy en día y si miramos la forma en que estamos realizando nuestro trabajo, seguramente nos demos cuenta de que debemos mejorar la administración de nuestro tiempo.
Amantha Imber, fundadora de la empresa consultora australiana Inventium, dedicada a entregar asesoría en ciencias conductuales, ha diseñado cuatro estrategias que pueden ayudar a manejar el tiempo de una manera más eficaz para tener una mejor calidad de vida, porque -al final de cuentas- se trata de hacer lo que necesitas para trabajar de manera eficiente.
1. Tu cronotipo y tú
El “cronotipo” es simplemente una manera de referirse al reloj biológico. Tiene que ver con el ciclo natural de sueño-vigilia por el que transitamos durante las 24 horas del día.
Como cada persona tiene su propio cronotipo, es importante determinar cuáles son tus momentos de mayor y menor energía durante el ciclo. Por ejemplo, si tus mejores horas productivas son el mañana, tu cronotipo es “Alondra”. Por el contrario, si tu productividad alcanza picos de concentración en la tarde/noche, tu cronotipo es “Lechuza”.
Esto significa que podrías organizar tu día considerando ese reloj biológico, de tal manera que las actividades que demandan mayor concentración o que son más relevantes las hagas en tus momentos de mayor energía y que dejes las actividades más rutinarias (como contestar correos, por ejemplo) en aquellos momentos en que tu energía baja.
2. Haz tu lista de tareas del día al finalizar la jornada anterior
Un día productivo no sucede por casualidad. Requiere planificación. Si dejamos por escrito qué queremos hacer, cuándo y dónde, es mucho más probable que logres tus metas.
Una manera efectiva de hacerlo es escribir tus tres prioridades para el día siguiente. El siguiente paso es completar la lista de todo lo que viene, idealmente hora por hora.
3. Crea tus rituales productivos
Se trata de rituales relacionados con dónde y cuándo trabajar según el tipo de tareas. Al hacerlo de manera constante, tu cerebro asociará esas señales físicas y temporales con esas tareas y nos ayuda a cambiar el “switch” mental.
Por ejemplo, separar las tareas entre un espacio de la oficina y otro, ayuda a romper la monotonía y también influye en la actitud con que abordamos determinados desafíos.
Si trabajas desde casa (y si las condiciones lo permiten), sirve mucho definir qué hacer en qué lugar de la casa. O dividir el espacio entre la mañana y la tarde.
Lo importante es crear rituales haciendo el mismo tipo de actividad en el mismo lugar o a la misma hora.
4. Agenda tiempo para la creatividad y el ocio
Un día completamente bloqueado puede darte una falsa sensación de productividad. Si tu calendario parece estar siempre lleno, programa deliberadamente un tiempo para no hacer nada.
Puedes usar ese tiempo como un momento para las tareas inesperadas que surgen durante el día o para tomar un breve descanso que te puede ayudar a despejar la cabeza y seguir con más energía.
Fuente: BBC Mundo