¿Lideras equipos de trabajo y quieres que comiencen el 2020 motivados y felices? Prueba con estas 10 recomendaciones

Publicado el 2 Dic 2019, En #comunicaciones

Nacional.- El deseo de que cada persona se sienta respetada y autorrealizada ya lo planteaba Abraham Maslow, por allá en la década del 40, cuando desarrolló su “Teoría de la Motivación Humana”: todos los seres humanos tenemos necesidades y nuestra fuerza de voluntad nos impulsa a superarlas; y cuando las más básicas están cubiertas, aspiramos a deseos más elevados.

 

Bajo esa premisa, Maslow, psicólogo humanista, creó la “Pirámide de las Necesidades”, -modelo criticado y también alabado- en la que identificó cuáles son las principales necesidades de los seres humanos y las clasificó con un orden jerárquico de importancia para la supervivencia y nuestra propia capacidad de motivación.

 

 

A nivel empresarial, las necesidades fisiológicas, de seguridad y afiliación tienden a estar cubiertas, toda vez que la compañía ya ofrece, por ejemplo, servicio de alimentación y descanso (fisiológica); remuneración mensual con posibilidad de bonos por desempeño; beneficios y convenios en salud y calidad de vida (seguridad), y se generan vínculos de amistad entre los colegas (afiliación).

 

Por lo tanto, no es de extrañar, entonces, que la máxima motivación de los colaboradores está supeditada a alcanzar las necesidades presentes en el cuarto y quinto nivel de la Pirámide. Si bien se trata de un modelo criticado por carecer de datos científicos que prueben el concepto de la autorrealización, ahí se encuentran las aspiraciones más elevadas del ser humano: el reconocimiento, el respeto, los lazos de confianza, el desarrollo del conocimiento, la creatividad y la innovación y, entre otros, la oportunidad de ser partícipes de un proyecto. Salario emocional, le llaman.

 

Cómo motivar al equipo de trabajo y convertirlo en un aliado para la empresa

 

Si eres un líder de equipo, esta teoría podría ser de mucha utilidad cuando consideres desplegar estrategias para que tus colaboradores se sientan motivados y felices el año entrante, y los que le sigan, porque la remuneración económica justa no es suficiente para construir un equipo de trabajo feliz y eficiente. Toma nota: 

 

1. ¿Todos tienen el puesto correcto?

Cuida que todas las personas sean las adecuadas para su puesto; de tal manera que las responsabilidades del cargo se ajusten a las habilidades y capacidades de cada uno. Si tienes a un miembro de tu equipo más cualificado para el puesto actual, considera un espacio de desarrollo para esa persona.

 

2. Proporciona las herramientas que necesiten para cumplir sus metas

Esto incluye desde equipos electrónicos de calidad hasta cursos de perfeccionamiento, sobre todo si trabajan en un área en constante evolución. Pasa tiempo con ellos para revisar los proyectos, establecer los objetivos y definir qué herramientas necesitan para alcanzarlos.

 

3. Diles qué esperas de ellos

Utiliza las instancias de reuniones de área, así como en las evaluaciones de desempeño para expresarles qué esperas de ellos y cuáles son los resultados que deseas ver. Si quieres que estén alineados a los objetivos de la compañía y a tus expectativas como líder (o jefatura), diles cuál es su rol en la empresa.

 

4. Reconoce el buen trabajo que realicen

Todos necesitamos una palmadita en la espalda de vez en cuando para tener ánimos de seguir adelante. Sé amable con tus palabras y reconoce el trabajo bien hecho y el esfuerzo que ello significó. Y si hubo errores, no lo/a castigues. Escucha qué sucedió y oriéntalo/a para que mejore su desempeño.

 

5. Trátalos con respeto

Las personas renuncian a los malos jefes, no a las empresas. Haz que tus colaboradores se sientan felices con su trabajo y darán de sí mismos mucho más de lo que esperabas. Reúnete con ellos con frecuencia para asegurarte de que se sienten contentos con lo que hacen. 

 

6. Haz que tengan autonomía

Diles qué es lo que deben hacer y deja que lo hagan. Pedirles reportes diarios o tener reuniones a cada rato reducirá drásticamente sus ganas de trabajar.

 

7. Trabajan para vivir, no viven para trabajar. Léelo de nuevo.

De vez en vez, organiza actividades recreativas que les permitan alejar la mente del trabajo y fortalecer los vínculos en el equipo. La productividad es importante, pero pensar únicamente en trabajo y considerar que todo lo demás son “distracciones” generará un tenso ambiente laboral.

 

8. Ofréceles oportunidades de crecimiento

Muy ligado con la necesidad de autorrealización, los colaboradores buscan crecimiento profesional. Ofréceles la oportunidad de desarrollar sus habilidades, así como de aprender cosas nuevas, ya sea que se relacionen o no directamente con su área. Recuerda que en Securitas las personas marcan la diferencia.

 

9. Permíteles tener horarios flexibles

Hoy en día la flexibilidad laboral es un tema muy demandado por todos los trabajadores. De acuerdo con la naturaleza de las funciones de tu equipo de trabajo, considera la posibilidad de que manejen su horario para acomodarse a sus necesidades personales, sin que por ello vaya en desmedro de la productividad y las metas planteadas.

 

10. Respeta su tiempo

¿Te imaginas cómo haces sentir a tus colaboradores si llegas tarde a las reuniones, las cambias o las cancelas a última hora, o le pides algo urgente e importante al final del día -categoría ¡ahora-ya! -, pero que en realidad lo necesitas para más adelante? Respeta sus horarios, así como tú esperarías que respeten los tuyos.

 

Fuente: Entrepreneur