Evita estos 5 errores al gestionar tus tareas en el trabajo
Nacional.- La gestión de las tareas laborales es todo un desafío. No todas las personas se sienten igual de cómodas con un determinado tipo de sistema organizativo. Sin embargo, por muy incómodo o poco productivo que nos resulte, no solemos dedicar tiempo a definir protocolos que mejoren nuestra productividad.
Al diseñar y poner en marcha un método para la gestión de las tareas laborales se consiguen grandes beneficios. El más importante de ellos es el ahorro del tiempo. Además de esto, se evita dejar para última hora ciertas actividades, ganando en eficiencia.
En este punto, sabemos que existen determinados errores que cometemos muchos y, además, con frecuencia, sufriendo las consecuentes penalizaciones derivadas:
1. Anotar las tareas pendientes en diferentes lugares
Es relativamente frecuente que las personas anoten las tareas planificadas en un mismo lugar. Sin embargo, a lo largo del día, de la semana o del mes surgen otras actividades que no estaban previstas y muchos terminan anotándolas en la libreta o en el archivo que tengan más a mano. Esto es un error, ya que dispersa la información y no deja hacer un seguimiento correcto a los pendientes. Siempre se debe anotar todo en un solo lugar.
2. Abusar de los pendientes
Cada actividad que tenemos que afrontar tiene una prioridad, o al menos debería tenerla. Sin embargo, es habitual que todo aquello que no sea ultra importante termine dejándose en la lista de “para después” o de “algún día”. Lo más adecuado es destinar un par de horas a la semana para realizar esas tareas que no revisten gran importancia, o que no tienen una fecha límite. Esto ayuda a hacer más eficiente la gestión de las tareas laborales.
3. Tratar de abordar las tareas de una manera global
Cuando las tareas laborales son muy amplias o complejas, es muy fácil que terminemos empantanándonos o con la cabeza hecha un lío. Lo más indicado es dividir esas actividades en partes, de una forma lógica y coherente, ya que otorga orden mental y también permite organizar mejor el tiempo. Te ayudará a conseguir motivación al sentir que terminas o avanzas en tus tareas en tiempo y forma.
4. Actuar al margen de la lista de tareas
Aun cuando puedas tener buena memoria para recordar tus tareas, en tiempos de estrés es más fácil que asuntos relevantes terminen pasándose por alto. Improvisar a nivel laboral no está mal, pero si es una acción continúa generará desorganización y caos.
5. Invertir mucho tiempo en organizar y reorganizar lo intrascendente
A veces, y con la intención de ser más eficientes, se nos ocurre ordenar por colores, poner etiquetas llamativas y detalles por el estilo. El resultado puede ser que al final se ha gastado más tiempo en adornar o detallar los planes, que en llevar a cabo las tareas que se deben realizar.
Un buen método es práctico y eficiente. No debe exigir mucho tiempo para ser actualizado o ejecutado. Si no es así, quizás sea hora de cambiarlo.
Fuente: La Mente Es Maravillosa