El cerebro también necesita alimentarse y esta es la mejor receta

Publicado el 6 Dic 2019, En #comunicaciones

Nacional.- Existen muchos métodos que mejoran la memoria y las funciones cognitivas del cerebro. Incluso, se estima que la industria del diagnóstico y el entrenamiento cerebral alcanzará los 8 mil millones de dólares en el 2022. Sin embargo, la táctica más barata, sencilla, duradera y de eficacia comprobada se encuentra justo frente a sus ojos. Se llama lectura.

 

El impacto más directo se observa en el área asociada con la recepción del lenguaje: la corteza temporal izquierda. Procesar material escrito —desde las letras, las palabras y las oraciones hasta las historias en sí mismas— activa las neuronas con el propósito de transmitir toda esa información. Eso sucede también cuando procesamos lo que alguien nos dice, pero la naturaleza de la lectura motiva al cerebro a trabajar más y mejor: nos invita a pensar, reflexionar y desarrollar la capacidad analítica de lo que leemos.

 

Aunque no todas las lecturas son iguales. Resultados preliminares de una investigación realizada por la Universidad de Stanford sugieren que la literatura que requiere atención plena es mucho más exigente.

 

¿Qué pasa si te consideras un/a mal/a lector/a, o incluso padeces dislexia, y sientes que jamás lograrás leer lo suficiente como para obtener las ventajas de devorar textos? ¡Un libro también puede ser la solución! 

 

Científicos de la Universidad Carnegie Mellon estudiaron a niños de entre 8 y 10 años cuya habilidad lectora era inferior a la media. Cien horas de lectura mejoraron la calidad de la materia blanca (el tejido que transmite las señales en el área de la materia gris, en donde se procesa la información) de sus encéfalos.

 

La conclusión de los investigadores fue que el cerebro de estos niños había comenzado a experimentar una reconfiguración de tal manera que todo el órgano gozaba la mejoría, no solo el segmento que está especializado en la decodificación de letras. 

 

La habilidad de leer con plena atención necesita ser cultivada. Si no ejercitamos nuestros “músculos” lectores, el cerebro pierde la habilidad de controlar el intrincado proceso de abstraerse en la página. ¿Cómo se comienza a cultivar la lectura? Simple: dedica el tiempo que pasas en tu celular leyendo una buena novela… o, al menos, las noticias de Securitas al Día. 🙂

 

Fuente: Selecciones