Cómo solucionar los malentendidos en la era del teletrabajo o trabajo a distancia

Publicado el 2 Dic 2020, En #comunicaciones

Nacional.- Los tiempos cambian. La deslocalización del puesto de trabajo respecto a la empresa para desempeñar nuestra labor desde casa es una nueva dinámica en la que surgen retos y desafíos.

 

A pesar de que tanto el teletrabajo como el trabajo a distancia están regulados en Chile desde abril de 2020, es posible que surjan malentendidos por querer mantener prácticas de relacionamiento presencial en un modo de trabajo a distancia:

 

¡No estabas conectado cuando te necesitaba!

 

 

A veces ocurre, te levantas para ir al baño, para atender a los niños durante cinco o diez minutos. Justo en ese instante, tu jefe o un compañero de trabajo te requiere para una función.

Más allá de lo anecdótico, esto puede despertar suspicacias a la hora de medir la productividad de las personas. De hecho, basta con que no den con el trabajador una sola vez para pensar que el empleado no está rindiendo lo que debe.

 

¿Cómo se soluciona esto? Clarificando de manera rigurosa las condiciones en las que debe desempeñarse el trabajo, como, por ejemplo, el horario. No por estar muchas horas delante de un ordenador un empleado es más productivo. En ocasiones, si planteamos el rendimiento por objetivos o tareas concretas más que por presencialidad la cosa se simplifica.

 

¡Estoy esperando tu respuesta!

 

 

Tu jefatura u otro(a) compañero(a) de trabajo te envía un correo. Tardas en verlo diez, veinte minutos o dos horas después porque ya es de noche y estás haciendo la cena. Por lo tanto, decides no responder. Surgen problemas, porque muchos miembros de la organización olvidan que el trabajo remoto no es lo mismo que el trabajo presencial.

 

¿Cómo se soluciona esto? Es necesario que se acepte y asuma que el escenario es otro. Los problemas laborales en la era del trabajo a distancia se pueden evitar entendiendo que los tiempos de respuesta pueden dilatarse. La inmediatez como la disponibilidad inmediata no siempre es posible.

 

Malentendidos: ¿Quién ha pedido qué? ¿Quién ha hecho qué?

 

 

De pronto, llega un día en que nada más encender el ordenador surge el caos. Este es uno de los conflictos en el trabajo más común. Todo son incidencias, nadie sabe por dónde empezar, qué hacer o cómo resolver tantos imprevistos de última hora. La tensión aumenta cuando alguien le echa la culpa a un tercero y ese tercero a un segundo y el segundo a un décimo. Nadie avanza y al final esa jornada de trabajo dura doce horas.

 

¿Cómo se soluciona esto? Es necesario que se disponga de la figura de un coordinador de equipo de trabajo remoto o que, periódicamente, se agenden reuniones de equipo por videollamada o chat común por Teams, para coordinar las actividades de la semana o levantar incidentes con propiedad.

 

 

A pesar de que a estos factores se le añaden el estrés, la sensación de aislamiento, la percepción de que se está trabajando más que en la modalidad presencial, existen beneficios del trabajo a distancia que vienen bien considerar:

  • Permite tener un horario flexible
  • Ofrece la oportunidad de trabajar más cómodo(a) en casa
  • Favorece el aumento de la productividad
  • Permite ahorrar dinero por concepto de traslados y almuerzo (en algunos casos)
  • Permite la inserción laboral a personas con poca o escasa movilidad.
  • Disminuye la contaminación y mejora el medio ambiente

 

Fuente: La Mente es Maravillosa, Forbes España