Cómo liderar equipos en la era ‘líquida’ de la Transformación Digital

Publicado el 11 Abr 2019, En #comunicaciones

Nacional.- Un buen o mal liderazgo tendrá su reflejo directo en el rendimiento de una compañía y, por supuesto, una forma de dirigir a los colaboradores será positiva cuanto más se amolde a los ideales y filosofía del grupo, traduciéndose en una mayor motivacióncompetitividad y productividad.

 

El actual entorno laboral, con evolución y cambios a velocidades vertiginosas, se debe afrontar desde el liderazgo. En este contexto, las compañías necesitan maximizar su capacidad de adaptación al nuevo contexto de la Transformación Digital, ya que el entorno empresarial y social se vuelve más “líquido”: flexible, disperso y adaptable.

 

En una época sin precedentes en la que conviven todo tipo de generaciones en el mercado laboral –de los seniors a los centennials– los liderazgos compartidos, el trabajo en equipo y modelos similares que llevan asociada la percepción difuminada del poder en su definición clásica, son modelos que responden de manera solvente y eficaz a las exigencias de un entorno volátil y cambiante.

 

NUEVO CONTEXTO. NUEVA PERSPECTIVA DE LIDERAZGO

Dada esta convergencia social y tecnológica, donde las redes sociales online corporativas están jugando un importante rol en el trabajo colaborativo, es necesario implantar una serie de estrategias para conseguir el deseado engagement de los profesionales, situándolos en el centro de las decisiones y optando por una estructura abierta, con el diálogo y la confianza como bases.

 

Aquí también entran en juego las habilidades directivas; la gestión de equipos para trabajar en la creación de ambientes de trabajo positivos, amigables, de respeto y confianza, a la vez que exigentes; la confianza para delegar, establecer diferentes roles; saber gestionar el talento, como las competencias de su equipo de trabajo, ya que resulta fundamental para el avance de la empresa.

 

Es preciso, además, que dentro del paquete de habilidades directivas el líder sea capaz de desarrollar feedback con el equipo y mostrar comprensión a los problemas de sus colaboradores, poniendo en valor las claves de la inteligencia emocional, con el fin de lograr la máxima implicación y cooperación.

 

De este modo, el equipo estará implicado, motivado y al tanto de los avances y logros de la compañía y todo, gracias a la gestión eficaz de un buen líder, un piloto y un socio de su equipo en la empresa del siglo XXI.

 

 

Fuente: RRHH Digital