Cómo encontrar tu Propósito con la técnica japonesa del Ikigai
Nacional.- “Nosotros ayudamos a hacer de tu mundo un lugar más seguro”. Ese es un nuestro propósito como organización; un ejercicio que tomó casi un año en desarrollarse para que hiciera sentido en todas las personas que son parte de la compañía.
Las personas, como seres individuales, también podemos crear (o buscar) nuestro propio propósito y no resulta ser una tarea sencilla si nuestra propia mente se encarga de complejizarlo. Pero cuando de complicaciones se trata, ahí está la sabiduría japonesa que viene a simplificarnos las cosas con la milenaria práctica del Ikigai.
Ikigai es un concepto japonés que no tiene una traducción literal, pero podría definirse como “lo que hace que la vida valga la pena ser vivida”, “la razón de ser”, “el motivo que hace que te levantes a la mañana”, “tu propósito” … se trata de ese “algo” que llena los espacios vitales cuando, en ocasiones, “nos sentimos vacíos”.
Como tenemos la majestuosa tendencia de buscar afuera lo que nos hace felices, no nos damos cuenta de que ese objeto de búsqueda se encuentra dentro de nosotros para sentirnos autorrealizados, y que sólo hace falta que lo redescubramos. Ahí cobra sentido el Ikigai, articulado en cuatro áreas:
- En lo que eres bueno
- Lo que te encanta hacer
- Lo que el mundo necesita
- Por lo que te puedan pagar
La combinación de estos cuatro aspectos da como resultado el Ikigai, como un delicado equilibrio entre las partes. Llevar a cabo este ejercicio sirve como una brújula para tomar decisiones en la vida. Tu ikigai sintetiza el concepto del propósito: así que cuando conoces esas áreas y las alineas entre sí, tienes muy claro cuál es tu foco y hacia dónde tienes que ir.
5 consejos para encontrar tu ikigai
Encontrar tu ikigai implica autoanálisis, implica prueba y error. La reflexión y la acción te van a ayudar a revelar tus valores, tus fortalezas y tus habilidades, para que puedas encontrar el significado de tu vida y de tu trabajo.
- Deja que tu ikigai sea tu brújula: Cuanto tengas que tomar decisiones difíciles, deja que tu ikigai te oriente.
- No esperes sentirte pleno las 24 horas del día: No todo será siempre fácil. Pero lo bueno de tener un propósito y conocer tu ikigai es que te ayudará a mantener el rumbo y el foco, y a tener una visión más clara cuando aparezca alguna tormenta.
- Trata de despejar tus juicios y creencias: El propósito tiene todo que ver con ponerte al servicio de los demás. Así que, si tu ikigai está orientado hacia tu carrera o hacia tu trabajo, está bien. Eso no quiere decir que tu familia, tus hijos o tus amigos no sean importantes.
- No lo tomes como un destino, sino como un camino: Hay que tomarlo despacio, viviendo en el momento, dando pequeños pasos.
- Puedes tener más de un ikigai en la vida: Sí, es posible editar el propósito de tu vida a lo largo de los años, porque puede evolucionar o cambiar. La clave está en disfrutar el proceso, y no tomárselo con demasiada gravedad.
Fuente: El Cronista
