6 recomendaciones para empatizar con una mascarilla de por medio
Nacional.- En la comunicación no verbal, los gestos representan un 90% del código implícito entre los humanos. Esto responde por qué la sonrisa cumpla un papel esencial en nuestras vidas: abre puertas, empatiza, tiende puentes de entendimiento, genera complicidad y credibilidad, y nos genera una conexión emocional con los demás.
Sin embargo, producto de la pandemia del nuevo coronavirus, es necesario tapar nuestra sonrisa con una mascarilla, como una de las principales medidas sanitarias para prevenir el contagio del virus. Nadie sabe hasta cuándo, pero posiblemente el tapabocas nos acompañará hasta que se apruebe la vacuna contra el COVID-19.
Aquí, algunas sugerencias para comunicarse con medio rostro oculto.
1. La barrera de la mascarilla no anula la cercanía.
La empatía es una cualidad de la inteligencia emocional. Una actitud corporal abierta, receptiva y amable dará las pistas a los interlocutores sobre nuestras intenciones.
2. Conecta con la mirada.
Unos segundos son suficientes. Si dicen que los ojos son la puerta del alma, un mirada serena y abierta a la escucha, genera una disposición diferente para comunicarse con otras personas.
3. Analiza los contextos.
Todo acto de comunicación, especialmente la no verbal, se analiza en el contexto. Por lo tanto, es conveniente no hacer juicios ni interpretaciones apresuradas para evitar malentendidos.
4. Habla con voz clara y fuerte.
Los labios no pueden ser leídos, salvo que utilices un protector facial transparente (aunque se sugiere acompañarlo con el uso de mascarilla). Entonces no temas elevar levemente el volumen de tu voz para que los demás te escuchen.
5. Activa tu actitud corporal.
Aunque parezca que el rostro es la fuente principal para comunicarnos, podemos aprender a usar las manos para enfatizar nuestras ideas, modificar cómo nos sentamos, caminamos o paramos para reforzar conceptos, y/o mostrar la intención de conectar con la otra persona.
6. Sé amigable.
Practicar la tolerancia, la amabilidad y hasta el humor, son puentes tan eficaces como la mejor de las sonrisas.
Fuente: El Cronista