5 pasos para proporcionar feedback constructivo, no dañino

Publicado el 19 Ene 2022, En #comunicaciones

Nacional.- Entre enero y febrero se encuentra activa la Evaluación de Desempeño, etapa final, en la que 195 personas, entre evaluados y evaluadores, revisan las metas y competencias desarrolladas durante el 2021. Y en este ejercicio es clave la capacidad de brindar retroalimentación de manera directa y respetuosa, porque marca la diferencia positiva más grande e inmediata para las personas y las organizaciones.

 

En este sentido, la mayoría de las personas quiere saber cómo pueden mejorar, siempre y cuando la retroalimentación sea correcta. Si las jefaturas no brindan retroalimentación oportuna, es poco probable que cambie el comportamiento de sus colaboradores/as. No proporcionar feedback no cambiará nada. Y solo se seguirá viendo el comportamiento que se está tolerando.

 

Cuando falla la retroalimentación

A pesar de los beneficios de la retroalimentación, diversas investigaciones han demostrado que la retroalimentación puede perjudicar el desempeño cuando se entrega de manera deficiente o cuando se presenta en forma de una revisión de fin de año, a modo de enrostrar los errores de los equipos.

 

La retroalimentación a menudo falla por dos razones:

  • Demasiado indirecto. Ocurre cuando la jefatura intenta suavizar tanto sus comentarios de mejora que las personas se van pensando que acaban de ser elogiados, completamente ajenos al problema que su gerente estaba tratando de señalar.

 

  • Demasiado duro. Cuando las personas se sienten pasadas a llevar por la retroalimentación, sus cerebros lo interpretan como un ataque, lo que desencadena la respuesta de lucha o huida. Esto apaga la parte de resolución de problemas del cerebro del receptor, y tiende a desafiar agresivamente la retroalimentación o parecer arrepentido y luego planear su venganza en silencio.

 

Pasos para proporcionar comentarios útiles 

Estos cinco pasos mejorarán sustancialmente tu capacidad para transmitir mensajes difíciles de manera directa y respetuosa.

 

1. Pide retroalimentación antes de darla.

La retroalimentación de mejora seguramente aterrizará mal si las personas que la brindan nunca piden retroalimentación de ellos mismos. Solicitar retroalimentación regularmente da la autoridad moral para proporcionarla.

 

2. Comienza con una pregunta, no con una afirmación.

Es importante escuchar los puntos de vista de la otra persona antes de brindar los tuyos. Preguntar sobre la situación en cuestión le permite a la otra persona compartir hechos importantes que quizás no conozcas.

 

3. Comparte observaciones, no conclusiones.

La retroalimentación es un diálogo. No tienes el monopolio de la verdad. Todo lo que tienes es una perspectiva, así que asegúrate de indicarlo como tal.

 

4. Pregunta para aclarar.

Tu perspectiva puede no ser ciento por ciento correcta. Después de indicar lo que estás observando, pídeles su opinión para poner todos los hechos sobre la mesa. Si les da a otros la oportunidad de compartir hechos adicionales antes de llegar a una conclusión, podrías aprender algo que cambie tu perspectiva de los hechos. También evitará sacar conclusiones apresuradas.

 

5. Céntrate en mejorar el futuro.

Si todavía sientes que podrían haber hecho algo más para producir mejores resultados, reconoce la nueva información y luego pregunta: “¿Qué más se podría hacer para evitar que esta situación suceda en el futuro?” No importa cómo se desarrolle la conversación, la clave es llegar a un acuerdo sobre lo que uno o ambos pueden hacer de manera diferente para generar mejores resultados.

 

Fuente: Fast Company