+ECOnciencia —5 claves para comprender la crisis mundial de contaminación por plástico
Imagen: Randy Olson, Nat Geo Image Collection
Nacional.- La contaminación por plástico se ha convertido en uno de los problemas medioambientales más apremiantes, ya que el incremento de la producción de productos de plástico desechables supera la capacidad del mundo de hacerse cargo de ellos.
La contaminación por plástico es más visible en países en vías de desarrollo de Asia y África, donde los sistemas de recogida de basuras suelen ser ineficaces o inexistentes. Pero el mundo desarrollado, sobre todo países con bajas tasas de reciclaje, también tiene problemas a la hora de recoger los desechos plásticos de forma adecuada.
1. El origen
Los plásticos fabricados a partir de combustibles fósiles tienen más de un siglo. La producción y el desarrollo de miles de nuevos productos de plástico se aceleró tras la Segunda Guerra Mundial. Los plásticos revolucionaron la medicina con dispositivos que salvan vidas, posibilitaron los viajes espaciales, hicieron que coches y aviones fueran más ligeros y salvaron vidas con cascos, incubadoras y equipos para limpiar el agua potable.
Sin embargo, la comodidad que ofrecen los plásticos dio lugar a una cultura de usar y tirar que revela el lado oscuro de este material: en la actualidad, los plásticos de un solo uso representan el 40 por ciento del plástico producido cada año.
2. El movimiento de los plásticos
La mayor parte del plástico presente en el mar fluye desde tierra firme. La basura también es transportada hasta el mar por los ríos, que actúan como cintas transportadoras y recogen más basura río abajo. Una vez en el mar, gran parte de los restos plásticos permanecen en aguas costeras. Pero cuando entran en corrientes oceánicas, estas pueden transportarlos por todo el mundo.
3. Los microplásticos
Una vez en el mar, la luz solar, el viento y las olas descomponen el plástico en partículas pequeñas que suelen medir menos de cinco milímetros de ancho: estos son los microplásticos, que, a su vez, se descomponen en fragmentos cada vez más pequeños que se propagan por el agua, encontrándose hasta en el agua potable.
4. El daño para los animales
El plástico mata a millones de animales cada año: aves, peces y otros organismos marinos. Se tiene constancia de que el plástico ha afectado a 700 especies, entre ellas especies en peligro de extinción. Casi todas las especies de aves marinas consumen plásticos.
La mayor parte de las muertes de animales son la consecuencia de pasar hambre o quedarse atrapadas. Se han detectado microplásticos en más de cien especies acuáticas, entre ellas peces, gambas y mejillones destinados a acabar en nuestros platos. En muchos casos estos trocitos atraviesan el aparato digestivo y se expulsan sin consecuencias. Pero también se han descubierto plásticos que bloqueaban los tractos digestivos o atravesaban órganos, causando la muerte.
5. El desafío: cómo contener la marea de plásticos
Una vez en el mar, es difícil —si no imposible— recuperar los restos plásticos, ya que cuando se descomponen en microplásticos y flotan por la columna de agua en mar abierto, recogerlos es casi imposible.
La solución consiste en impedir que los restos de plástico entren en los ríos y mares desde el principio, según afirman muchos científicos y conservacionistas, entre ellos la National Geographic Society. Esto podría conseguirse con mejoras de los sistemas de gestión de residuos y reciclaje, teniendo en cuenta la corta vida de los envases desechables a la hora de diseñarlos y reduciendo la fabricación de plásticos de un solo uso innecesarios.
Los plásticos en cifras
- La mitad de todos los plásticos se han fabricado en los últimos 15 años.
- La producción ha aumentado de forma exponencial, de 2,3 millones de toneladas en 1950 a 348 millones de toneladas en 2017, un 3,8% más que en 2016.
- Cada año, unos 8 millones de toneladas de residuos plásticos llegan al océano desde países costeros. Es el equivalente a colocar unas 15 bolsas llenas de basura por cada metro de costa en todo el mundo.
- Los plásticos suelen contener aditivos que aumentan su fuerza, flexibilidad y durabilidad. Pero muchos de estos aditivos pueden extender la vida de los productos si se convierten en basura, y según algunas estimaciones, tardan en descomponerse al menos 400 años.
Fuente: National Geographic