4 estrategias para desarrollar resiliencia organizacional en tiempos de disrupción
Nacional.- Si la pandemia les ha enseñado algo a los líderes empresariales, es esto: la pregunta no es si vendrá la próxima crisis, sino cuándo.
Debido a que el próximo cambio puede ocurrir en cualquier momento, los líderes y sus organizaciones deben estar siempre preparados.
Según la experiencia de Gallup -consultora norteamericana experta en liderazgo y organización-, han surgido cuatro dimensiones críticas como necesidades organizativas duraderas y áreas clave en las que los líderes deben centrarse.
1. Reimagina la experiencia del cliente
Predecir la demanda y el comportamiento de los clientes es más difícil que nunca, pero es fundamental para estimular el flujo de caja. Cuando hay mucho en juego, las empresas necesitan conocer a sus clientes para generar lealtad y ganancias a largo plazo.
Al reinventar la experiencia de sus clientes, las organizaciones pueden mantenerse ágiles para satisfacer las necesidades cambiantes y cultivar la lealtad cuando más importa.
2. Reforma la cultura organizacional para asegurarte de que sea un aliado de la disrupción.
La mayoría de los líderes en este momento tienen una enorme oportunidad de mejorar significativamente el desempeño al remodelar y fortalecer su cultura de trabajo, el activo más crítico de cualquier organización.
Una cultura organizacional débil, donde falta el sentido de propósito de los colaboradores, deja a las organizaciones más vulnerables a problemas como las preocupaciones éticas. Además, puede disminuir el valor de marca de la organización, socavar la colaboración, la identidad del equipo, las empresas pierden agilidad y velocidad de innovación.
Las organizaciones con culturas fuertes, por otro lado, están diseñadas para resistir las interrupciones. En culturas fuertes, los líderes y sus equipos conocen su propósito y lo utilizan en cada decisión que toman. Se alinean más fácilmente con las opciones cuando las prioridades cambian porque sus valores fundamentales se mantienen estables.
3. Refresca el desarrollo de liderazgo y vuelve a dedicarte a los valores fundamentales del liderazgo.
Los líderes no pueden predecir completamente cómo una crisis como COVID-19 afectará a sus equipos, pero pueden estar preparados para traer su mejor liderazgo a la mesa para enfrentarla. Los líderes también necesitan actualizar sus tácticas.
En tiempos de agotadora disrupción, para inspirar continuamente a su gente, los líderes deben invertir en su propio desarrollo. Primero necesitan conocer y aplicar sus fortalezas más dominantes. También deben volver a dedicarse a los valores fundamentales de liderazgo que guían sus decisiones diarias.
Sin embargo, los líderes no deberían detenerse en sí mismos. También deben priorizar el desarrollo de los gerentes y mandos medios, de modo que los líderes de todos los niveles estén preparados para el éxito.
4. Reactiva continuamente tu fuerza laboral.
Al igual que otras épocas de trastornos importantes, COVID-19 ha afectado drásticamente a la fuerza laboral, pero al mismo tiempo representa una oportunidad para reactivar estrategias que pueden ayudar a los líderes a manejar las incertidumbres a largo plazo.
La disrupción puede dejar a los líderes en un estado reactivo mientras abordan problemas de alta prioridad. Pero los mejores líderes no solo resuelven inquietudes, se aprovechan de las crisis apoyando la máxima agilidad y resiliencia.
Fuente: Gallup