3 claves para silenciar al “tirano” interno que boicotea tu éxito
Nacional.- A todos nos puede pasar de sentir un tirano interior que da órdenes todo el tiempo y que se manifiesta como una voz que nos habla recordándonos las cosas que supuestamente hacemos mal, o los comportamientos erróneos, o la parte crítica que nos duele e impide enfocarnos en mejorar. En personas muy autoexigentes, el foco suele ponerse en todo lo que falta, incluso teniendo grandes logros en distintos ámbitos de la vida.
El tirano interior tiene un diccionario propio inundado de “debería…” y de “tengo que…”, dos frases rígidas a la hora de elegir las mejores posibilidades para avanzar. Como se especializa en el pensamiento catastrófico, le encanta descalificar cualquier logro que tengas, y lo pone bajo la óptica de “podrías haberlo hecho mejor” o, peor aún, “seguramente no vas a poder”, anulando la voluntad de quien le preste oídos.
Otro mecanismo sutil del tirano interior es que crea miedo donde no lo hay; aparece la tendencia a generar temores infundados y fantasías negativas acerca de todas las iniciativas, con el fin de disuadirte de moverte hacia algo superador.
Aunque pueda tratarse de una insatisfacción del ego, hay tres claves para desactivar esa vocecita crítica que no te deja avanzar:
1. Escucha y trabaja tu diálogo interior
El lenguaje crea realidades y tu discurso interno le otorga vida. Por ejemplo, si desmereces todo lo que logras, te criticas en exceso, incluso te insultas y te aborreces, ahí está tu tirano haciendo de las suyas.
Para trabajar estos aspectos, registra los momentos en que aparecen esos pensamientos degradantes hacia ti. Luego, cambia esas palabras por otras que sean edificantes, e incorpóralas paulatinamente en tu uso cotidiano. Será clave que frenes a tiempo el impulso automático como una primera barrera al tirano interno.
2. Cambia el “Yo soy así” por… “A veces me comporto de tal forma”
Ninguna persona “es” todo el tiempo de una sola manera en sus comportamientos. Este ejercicio trata de dejar de personalizar (“Yo soy así”) para pasar la acción al nivel del comportamiento (“A veces me comporto…”).
Observa cómo la práctica continuada de este esquema de pensamiento y acción produce un resultado notable, que se reflejará en una mayor aceptación de tu vida, tus circunstancias y la forma en que las reflejas en tu interior.
3. Apóyate en lo que sí quieres lograr
Aquí la tarea consiste en que cada vez que aparezca la tendencia a expresar las cosas en forma negativa -por ejemplo, “no quiero estar más gordo/a”-, las expreses de manera positiva -“estoy consiguiendo mi peso óptimo, y me siento saludable y con energía”.
Este cambio del switch mental en tu esquema de pensamiento te ayudará a ser más suave contigo, a evitar castigarte tanto y a disminuir el impacto de ese ser tiránico que habita en ti, reemplazándolo por otro más compasivo, comprensivo y paciente.
Fuente: Infobae