12 cosas que puedes practicar para ser mentalmente fuerte todos los días
Nacional.- Estar mentalmente fuerte es un factor muy importante en la vida de todas las personas. No solo porque influye en la toma de decisiones, sino porque permite enfrentar los obstáculos con mayor determinación.
Desarrollar algunas prácticas no es un proceso fácil. La mayor parte de las veces se requiere tiempo, constancia y experiencias para poder alcanzarla. Pero cuando lo hagas, estarás mejor equipado(a) para regular tus pensamientos, administrar tus emociones y aumentar tu productividad.
1. Practica la gratitud
En lugar de centrarse en los problemas o en lo que no tienes, haz un inventario de todas las grandes cosas que sí tienes. Hay varias maneras de practicar la gratitud, pero la forma más sencilla de comenzar es pensar en tres cosas por las que te sientes agradecido cada día.
2. Vence a tu voz crítica interna
Si crees que eres un fracaso, ¿adivina qué? Tal vez sí lo seas. Esa profecía autocumplida está prediciendo tu destino. En su lugar, usa esa profecía autocumplida en tu beneficio creyendo que vas a tener éxito. No ignores esos pensamientos negativos, reconócelos y luego haz algo positivo para distraerte.
3. Asume el fracaso
Todas las personas exitosas atraviesan por momentos difíciles que ponen a prueba sus capacidades tanto físicas como cognitivas. Reconocer los errores, aprender de los fracasos y aceptar que no siempre tenemos la razón son formas de fortalecer la mente para encontrar el verdadero camino hacia el éxito.
4. Enfrenta el dolor
Para tener una mentalidad fuerte, es necesario estar dispuesto(a) a soportar el dolor siempre que haya un propósito. No se trata de pasar por una situación desafiante, por ejemplo, solo para demostrar lo fuertes que eres, si no estás lo suficientemente preparado(a) para sobrellevar y superar el peso de la situación.
5. Administra el tiempo sabiamente
Si eres capaz de administrar tu tiempo con sabiduría, podrás realizar todas las actividades que tengas en mente de forma más productiva. Concéntrate en las labores que consideres primordiales y no gastes tus energías en distractores o tareas ajenas.
6. No culpes a los demás de tus errores
Ser una persona mentalmente fuerte implica tomar la responsabilidad total de tus acciones. Hacerlo significa que no le des poder a otros, permanecer estancados o convertirte en una persona negativa.
7. Practica ser una persona optimista-realista
Las personas mentalmente fuertes son optimistas y realistas al mismo tiempo. Esto significa que puedes tomar en cuenta los desafíos que enfrentas, mientras te concentras en lo que puedes hacer para aceptar o superar esas realidades.
8. Reconoce tus limitaciones
Paradójicamente, a veces, los límites nos liberan. Es necesario que sepas cuándo es el momento de tirar la toalla y reconocer las debilidades que merecen mejoras. No dudes en pedir ayuda cuando la necesites.
9. Crea tu propia definición de éxito
El éxito es la meta final que toda persona quiere lograr, pero es un término subjetivo. El éxito no es igual para todos y cada uno tiene una perspectiva diferente de lo que considera un resultado satisfactorio y exitoso. Es cierto que a veces se tiende a buscar referentes para seguir sus pasos, pero se deja de ser auténticos en la búsqueda del éxito. Lo ideal es vivir experiencias propias.
10. No te compares con los demás
Las comparaciones son odiosas y los sentimientos como los celos y el resentimiento no son tan agotadores que no tienen sentido. Es mejor que apreciar a los demás y celebrar sus logros con ellos. Esto crea optimismo beneficioso para todos.
11. Disfruta sintiéndote asustado(a)
Eso puede sonar inusual, pero tener miedo te empuja fuera de su zona de confort. Como resultado, experimentarás cosas nuevas, conocerás gente nueva y aprenderás más sobre ellos mismos.
También hay beneficios para la salud asociados con el miedo. Esto incluye mantener tu cerebro alerta y alerta, equilibrar las funciones corporales, como tu sistema inmune, y motivarte para lograr los objetivos.
12. Respeta a tus competidores
Considera que tus competidores pueden ser tus mejores maestros. Puedes aprender lo que tu rival hizo bien o mal. Puedes ver lo que te diferencia y usar eso como inspiración para tu próximo movimiento.
Si bien gran parte de sus efectos son cuestión de actitud, realizarlas de forma habitual puede mejorar las habilidades que permiten dominarla. Puedes hacer que tú y tu equipo de trabajo sean lo suficientemente resistentes como para enfrentar cualquier cosa.
Fuente: Entrepreneur