10 actitudes que ponen sobre la balanza el profesionalismo durante una crisis
Nacional.- En plena cuarentena por coronavirus, el home office y otras formas de trabajo a distancia han puesto de relieve la importancia de los líderes de equipos: de ellos depende en gran medida el éxito de la gestión a distancia.
Por otro lado, en medio de las crisis, en las organizaciones suelen desatarse otro tipo de microcrisis que afectan notablemente la dinámica laboral. En este contexto, se percibe a lo lejos aquellos profesionales de verdad, esos que, puestos sobre los desafíos, poseen capacidad de maniobra, equilibrio emocional, habilidades para la toma de decisiones y, a la vez, excelencia en el desempeño.
Entendiendo que las crisis producen desvíos en la productividad y en el mundo emocional de todas las personas, los verdaderos profesionales lo asumen como un reto a superar, algo que los motiva e impulsa a liderar -y autoliderarse- con mayor esfuerzo y entusiasmo.
Cómo ser profesional en una crisis
El afrontamiento de una situación difícil en extremo depende en gran medida de la actitud. Lo usual en las crisis es reaccionar y sobrereaccionar. Otra conducta es huir, alejarse o esconderse del problema. El profesional de verdad sabe cómo accionar, graduando su energía y la de su entorno para poder moverse aún en terrenos inciertos. Y es la sumatoria de detalles lo que los hace consistentes, otra cualidad que va de la mano de la integridad en las competencias que posee.
10 actitudes para evaluar el profesionalismo durante una crisis
1. Cumples todos tus compromisos.
No hay lugar para las excusas porque los entornos requieren de decisiones valientes y rápidas.
2. Renegocias lo que no puede asumir.
En momentos inciertos, las tareas, los plazos y los objetivos se modifican permanentemente. Entonces es de buen profesional renegociar aquello que no se puede asumir como fue planteado inicialmente.
3. Eres puntual y pulcro.
Es aún más válido en este momento de trabajo a distancia y reuniones virtuales.
4. Cooperas de manera 360°.
Este espíritu se valora con más fuerza en las crisis. Se percibe fácilmente quiénes lo consideran un valor principal de su nueva rutina.
5. Eres solidario con tus colegas.
El profesionalismo se manifiesta en tu aporte personal al bienestar (y no sólo productividad) de las redes de networking, apoyando a quienes lo necesiten.
6. Te interesas por los demás.
Como integrante o líder de un equipo, es genuino tu acercamiento para saber cómo están las personas con quienes trabajas. Y actúas en consecuencia: apoyando, alentando, colaborando.
7. Logras equilibrar tu vida personal y laboral.
Los profesionales excelentes saben mantener el balance entre los dos ámbitos porque son conscientes de la importancia que tiene ese equilibrio para su bienestar y desempeño.
8. Destinas tiempo para ti.
No postergas tu tiempo personal, porque sabes que recargar pilas como persona es garantía de fortalecer tu capacidad de respuesta a la alta demanda como profesional.
9. Haces pausas y evitas sobrecargarte.
Dentro de la jornada laboral, te agendas pausas activas y organizas tu tiempo de forma óptima, priorizando lo importante por sobre lo urgente, y sobrellevando lo que irrumpe con espíritu de superación y aporte.
10. Compartes información valiosa y oportuna.
Tener profesionalismo en una crisis es hacer aportes de valor, teniendo una visión 360° para anticiparse a problemas mayores, estando atento a las tendencias del mercado, porque te asumes un agente de cambio.
Fuente: El Cronista